Hermafrodito o Hermafrodita era hijo de Afrodita y de Hermes, en honor de los cuales recibió su nombre. Pero Afrodita, al sentirse culpable de adulterio, lo dejó en el monte Ida, al cuidado de las ninfas, por quienes fue criado.
Con el paso del tiempo, el niño se convirtió en un joven de gran belleza. Un buen día, Hermafrodito, yendo de camino a Caria, el exceso de calor de aquel día soleado le hizo aproximarse a un lago para refrescarse, al que se lanzó a nadar desnudo. La náyade Salmacis, espíritu de aquel lago, al notar su presencia y observar su cuerpo desnudo, sintió una atracción inmediata hacia él y no tardó en desnudarse y acercársele para tratar de conquistarlo, pero el joven se resistió.
Cuando estuvo desprevenido, la ninfa lo estrechó entre sus brazos fuertemente y pidió a los dioses que jamás pudiesen separarse; los dioses la escucharon y quedaron unidos para siempre en un nuevo ser, dotado de los dos sexos.
martes, 21 de abril de 2009
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