Hera enfurecida mandó a Argos, un monstruo con cien ojos para vigilar a Ío, pero Zeus se percató del plan de Hera y mandó al dios Hermes para liquidar a Argos y que Ío se viera libre.
En esta vasija griega está representada la muerte de Argos por parte de Hermes ante Ío transformada en una vaca blanca.
Tras la muerte de Argos, Hera le arrancó los cien ojos y se los colocó al pavo real, el ave que la representaba, como se puede ver en la siguiente imagen.
Tras la muerte de Argos, Hera le arrancó los cien ojos y se los colocó al pavo real, el ave que la representaba, como se puede ver en la siguiente imagen.
¡Muy bien el trabajo realizado! Se ve que te gusta la mitología
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